Hoy he estado hablando con una compañera acerca de la primera huelga en España de padres y madres contra los deberes escolares.
La huelga lleva por delante como bandera el poder estar más tiempo junto a los hijos, es decir, pasar más tiempo en familia. La evidencia científica señala que hacer más deberes no mejora el rendimiento académico según el periódico El Mundo. Razón suficiente para muchos padres el que ya sus hijos no hagan deberes.
Esta situación me ha llevado a una gran reflexión estos días… no tengo hijos y quizá muchos me puedan decir que antes de hablar debería tenerlos, pero sí he sido estudiante y aún sigo formándome en mi ámbito y creo que algo puedo decir y tengo que decir al respecto ya no desde mi punto de vista personal pero sí profesional.
Todos los seres humanos, con esto incluyo a niñas (que durante años se nos consideró menos inteligentes por el único hecho de ser mujeres y por ello menos capacitadas para aprender o estudiar), niños, jóvenes, personas adultas y de la tercera edad seguimos aprendiendo de la misma forma, con más o menos dificultades, pero de la misma forma.
Un conocimiento podemos tenerlo en nuestra memoria a corto plazo, como puede ser el recordar un número de teléfono y lo memorizamos, y lo podemos hacer de diferentes formas, según la repetición, repetimos ese número una y otra vez hasta que se nos queda grabado en la memoria, o bien podemos agrupar los números en conjunto y aprender el número por “bloques”. Otra opción consistiría en relacionarlo con algo.
Esta última opción es la única que va a ayudar que ese conocimiento de la memoria a corto plazo pase a la memoria a largo plazo, es decir, aprender no consiste en memorizar consiste en relacionar, una vez que relacionas algo de lo que estudias es más fácil poder recuperar esa información pasado el tiempo.
Para aprender se necesita tiempo y esfuerzo, los niños tienen suficientes horas en el colegio para aprender y relacionar los conocimientos aprendidos, pero necesitan de alguna forma integrarlos en el resto de conocimientos que ya poseen, de ahí que los deberes sean una parte importante de ayuda en este proceso.
[box] Por tanto, qué sentido tienen los deberes, es decir ¿para qué sirve que nuestros hijos hagan deberes? La respuesta: integrar los conocimientos aprendidos en el aula.[/box]
Los padres ahora tienen unas jornadas laborables interminables, llegan a casa muy tarde y de lo último que les quedan ganas es de sentarse y ayudar a sus hijos con las tareas.
El profesorado en su mayor parte creo que no está del todo preparado para hacer frente a la diversidad con la que se encuentran en sus aulas, niños con ritmos de aprendizaje diferentes o con problemas de aprendizaje o con el famoso disfraz del TDAH. Estoy segura de que no poseen las suficientes herramientas para hacerle frente a esto, es por eso que lo que no se integra en el aula tiene que integrarse en casa con ayuda de los padres, pieza indispensable en el desarrollo de sus hijos.
Existen además muchas maneras de presentar a los niños los deberes, antes no teníamos a mano la tecnología de la que hoy disponemos, tablets, pizarras electrónicas, ordenadores… los deberes se pueden hacer mucho más atractivos para todos los escolares y de esa forma involucrarlos más en sus estudios. Hoy sabemos que lo que está vinculado a una emoción graba un huella más duradera y fuerte en nuestra memoria y por ende se recuerda mejor.
El sistema educativo necesita una reforma, pero creo que la huelga no es la mejor forma de conseguirla, aleja a padres y madres del profesorado cuando en realidad lo que tienen que hacer es navegar en la misma dirección.
Padres y madres, implíquense en la educación de sus hijos porque no toda depende de los profesores, ustedes también tienen que ver y que aportar en que sus hijos lleguen a buen puerto.